viernes, 1 de julio de 2016

FRANZ SCHUBERT

Por Frida Estrada


INCONCLUSA

En la sala esperábamos a que la música sanara nuestro corazón
Poco a poco fui dándome cuenta que tú estabas desvaneciéndote en el asiento de al lado. Y sólo era mi recuerdo que se aferraba al tuyo.
<< ¿Me amas?>> Te miré por un instante con una sonrisa casi marcada. <<Te amo. Sí>> y se cerró la sala para dar inicio a la “Inconclusa”, de Schubert. El abrazo de la música inició…
Me silbaban los oídos. Ecos. Sueños de melodía se detenían. Vacilaban en la garganta como agua muy triste. <<Tienes los ojos secos>> Una lagrima recorrió mi mejilla. La tomé y suave la posé sobre uno de tus ojos.
Los señores sentados sobre sus apariencias bostezaban sin desconfianza.
Las luces bajaron y sólo seguía la filarmónica.
No se reconocían los ojos equidistantes, era turno de Promenade Orquestación de Maurice Ravel. Pero nadie mojaba su piel. Porque todos saben que el sol da notas altas. Tan altas que los corazones se hacen cárdenos y solo te miraba…
Pequeño árbol caído del viento que espera en el fondo de la tierra a las imposibles aves. Pero hay que llorar esas somnolientas caricias que al borde de los lagrimales esperan, sólo a que el día caiga para rodar a algún estanque. Tú y yo jugábamos a la memoria y a la poesía. Seguían los acordes y recordaba entrecerrando los párpados. No escuché tu respuesta. Seguía la música <<De la poesía me quedan las imágenes, las hermosas metáforas visuales...>> En cambio yo:
Cada olvido me llena de sombra. Y basta con recuerdos para marchitarme. Recuerdo tus ojos, al oírme, tratando de entender un poco del lenguaje poético.
Escuchaba la orquestación y llegó a mí como un tirón profundo capaz de escuchar el dolor. No solo el mío sino el de la especie. Que al igual que yo lloraba con la música. Sentir por un instante que puedo recorrer el mundo, mirando a un pequeño insecto distraído. De hacerme polvo al golpe de una frase de reproche. Pero también de renacer. Distinta. Para en seguida volver a morir. Sumergiéndome en el pasado.
<< Que puede al fin ahogarme >>
Cerré los ojos. Volví a mirar.
Nuestras manos reconociendo sus texturas
¡Resurrección!

Mi corazón palpitaba fuerte sabiendo que el tuyo estaba oculto bajo un laberinto impenetrable. Al fin. Abandonaste mi mano.
Un intermedio, se encendieron las luces. Pero todos callados. Sentados revisando sus teléfonos. Hablando. Miré sus realidades.
Las cabezas todas vacilaban y los murmullos crecían. Y yo miré a todos esos seres de palo. Quería existir un denso crecimiento de nadas palpitantes, el flujo de la sangre se sentía frío y mi corazón poco a poco mermaba. Salí de la sala casi corriendo tratando de respirar y miré por la ventana que me encontró pidiendo al azul del cielo una esperanza.
Las personas de palo yacían en sus asientos. Y se ignoraba todo.
Regresé a la sala, las luces volvieron a bajar. La nada se presentó como cuento de infancia que se pone blanco cuando hace falta el respiro.
Cuando ha llegado el instante de comprender que la sangre no existe.
Una claridad incierta va humedeciendo las cosas que forman el paisaje, las cosas que uno trata de adivinar en la oscuridad.
Entonces… Necesito entrecerrar los ojos para captar una forma.
Salimos de la sala. Tú y yo. Bastó un viento fuerte para aniquilar todos los colores…
<< Me amas, di. >





Frida Estrada. Poeta y prosista se reinventa con la palabra que habita en ella. Ha publicado poemas en “antologías arrabaleras y participado en eventos culturales como en la sierra de Oaxaca y en el centro del estado en festivales eróticos de cortometraje. Actualmente trabaja en la fotografía y es miembro del colectivo laberinto de palabras. Que dirige un taller de creación literaria en la casa refugio Hankili África.

CØRAZÓN EXCECRADØ

Por El Saltimbanque Décrépito


El espejo de cuerpo entero colgado tras la puerta contestaba lo preguntado por sus poses y ademanes, el espejo de marco cuadrado era ojos y miradas, lámina de plata pulida que podría mentir sin intención. Decidió creer lo que dijo el espejo: Eres sensual. Su placer estaba también en ese pudor experimental y valiente, un tanto inocente, en el que su derriere lo era todo. Alguna vez un puñado de chicos salieron de la nada en la calle y caminaron detrás de ella, le apeteció sentir su pequeño culo frotarse dentro de la falda del colegio y obligó a sus muslos a moverse ajustados hacia adentro, apretando, sosteniendo su pequeño y dócil cielo, cerró los ojos y quiso quedarse en las miradas de los chicos.
Era novia de un efebo dulce y tierno que a veces mostraba osadía y tocaba sus nalgas brevemente, con piedad y temor, en ella su mente volaba emborrachando sus ojos, imaginaba el manoseo feroz y vehemente del efebo tembloroso que empalmaba sus nalgas mientras besaba su cuello delgado y dispuesto..., aquello fue sólo un instante. El candor del chico la molestaba un poco, prefería la osadía de los hombres mayores, ésos que en el bus o en la calle la miraban con deseo y le decían cosas obscenas, palabras que excoriaban su piel joven y tersa volviéndola una masa de agujeros para ser penetrada. Eso le gustaba, la duda y la imagen plantada por las palabras alrededor de su belleza y su tibio Valhalla.





El Saltimbanque decrépito, es el seudónimo de Nicolás León. Un tipo al que su vanidad no le deja hablar mucho de sí, pudor fetiche!. No ha participado mucho en nada o quizá poco en todo, prefiere la lejanía y las distancias, observar y tomar notas mentales para olvidarlas y que regresen a él sin acordarse de donde vienen. Ilustración del libro Por favor cuida de Mamá de Kyung-Shook Shin.

10 DE ENERØ

Por Damaris Damaris


Luna nueva en el vientre de una madre
llana y mental, dimensional
lechuzas vuelan al nido.
¿Todo está escrito?
Solemos vernos entrecortados
un feto se alimenta de la leche temprana
y lucha en esta maqueta para materializar al holograma
la llave es el corazón, campanario orgánico
aprendo a morir, trascender
duerma practicando la muerte
las aves invitan al paso, fuera de toda mente
comienzo a ver mi paraíso, es antropomorfo
está en un 5to círculo
todo es 7, el solitario
con telas envueltas te guardo en una caja de juguete
abro el pezón para darte data en líquida vida.
¿A través del llanto se llega a la iniciación?
Conexión directa al nicho que late
silencio en todo espacio.
O))))))
No seamos la polilla rotando en la mezquita.




Damaris Damaris. Es autodidacta, comienza el 2010 a interesarse en la literatura, la invitan a leer con el fanzine Nación Alien, con el que tiene dos publicaciones, es participante activa con ellos, se ha presentado en La casa de cultura de Tamaulipas, en La Salle, José Martí, CU, Xavier Villaurrutia entre otros. A participado con lecturas en Verso Destierro, Niño Down así como en varias páginas de internet. Hizo un prólogo para un recetario de cocina y actualmente está por materializar su primer libro.

Anømalisa - Un análisis interpretativo

Por Sibyá Cipsela


<<…They talk, they yell in that other voice
They flirt and whisper too
I'd love them if I had the choice
But none of them is you…>>

Fragmento de “None of them are you”
de Carter Burwell para este film.

Sugerencia:
Si no ha visto esta película, amable lector, le insto encarecidamente a que lo haga y pueda comparar su punto de vista con el de quien estas líneas escribe.
Advertencia:
Detenga aquí su lectura y pase al siguiente artículo si no ha visto este film y odia los spoilers, si le da igual, continúe.
Una vez más Charly Kauman deja boquiabierto al público con su última obra cinematográfica, la cual dirige al lado del animador Duke Johnson, además de haber escrito el guión. Si bien es cierto que ya
sabemos a qué atenernos con este guionista, - conflictos existenciales, patologías psicológicas/ psiquiátricas, retratos del absurdismo de la cotidianidad, situaciones un tanto kafkianas y una buena cantidad
de simbolismos-, Anomalisa no intenta evitar ni un poco dejar perplejo al espectador desafiando normas lógicas y paradigmas, llegando incluso al punto de ser un tanto incómoda. Lo que parece ser una historia de amor común con futuro incierto, se va desenvolviendo mostrando resquicios y pequeñas semillas de posibilidades que se implantan en la duda mientras uno está enfrentándose al filme, luego dichas semillas crecen en un posterior intento de asimilación y la curiosidad será la encargada de desvelar el misterio si buscamos un poco más profundo en las brumas de la mente humana.

Aquí algunas guías:

La muñeca geisha. 
Con el aspecto melancólico
que portan todas las geishas, esta estatuilla macabra
de primera vista, resquebrajada y con partes faltantes,
además de una rotura importante en la parte
superior del ojo derecho; presumiblemente se trata
de un juguete sexual antiguo. El protagonista Michael
Stone, no deja de notar su belleza y después no se
sabe más de ella. La elipsis nos lleva directo al hotel
donde Michael se hospeda.

El hotel. 
“The Fregoli”, ese es el nombre que ostenta
el hotel en el que se hospeda Michael y no es por
accidente. Fregoli delusion o Síndrome de Fregoli es
un desorden neuropsiquiátrico poco común. Quien lo
padece cree ver a una persona o a varias en otras
que no son. Se puede llegar a mentalmente sobreponer
a alguien conocido, al padre por ejemplo, en
alguien desconocido. Incluso se puede llegar a creer
que todos son la misma persona. Esta es una de las
claves para desvelar muchos por qués y que el filme
no pase como una sarta de disparates.

La misma cara y las mismas voces. 
Estos factores vienen a reforzar la idea anterior, aunque si
uno no sabe nada del síndrome de Fregoli, aún podría
llegar a inferir que el protagonista distorsiona la
realidad y que el modo en que la vida transcurre para
él, rodeado siempre por la misma persona y conversando
siempre con la misma voz, resulta incluso
poéticamente trágico.

El espejo del baño. 
Es justo en esta escena
donde la patología de Michael comienza a mostrarse,
mientras después de una ducha se mira al espejo,
nota que su cara tiene algo raro, que se desarticula y
hace movimientos y sonidos involuntarios; como si su
rostro estuviera ajustándose, como si él mismo se
estuviese convirtiendo en una especie de títere,
cuando de pronto se escucha una voz femenina por
primera vez en el film. El desajuste facial se detiene.
La reacción sorpresiva de Michael, denota el aislamiento
y soledad en que está sumido el personaje.

Lisa. 
A este personaje torpe, sin más cualidades
que la de una voz y un rostro auténticos (no el mismo
que todas las personas en este micro-universo
tienen), de primera impresión solo la vemos como el
rayo de esperanza que nuestro protagonista y la
historia necesitan para desarrollarse, pero después,
caben las dudas… ¿Lisa existe? ¿Por qué el encanto
se acaba en una sola noche? ¿Es Lisa una representación
de otra cosa? ¿Es coincidencia que Lisa tenga
una cicatriz en el mismo lugar que la muñeca Geisha?
¿O que tenga unos rayos rojos disimulados en el
cabello como la muñeca? ¿O que declare que “obviamente,
le gusta el idioma japonés”?
Las respuestas a éstas y otras preguntas emergentes
apuntan a que posiblemente Lisa sea un producto de
la imaginación de Michael, un alter imaginario que él
crea a partir de la imagen de la Geisha y una personalidad
de mujer débil y con una pobre opinión de ella
misma. Alguien que se regalaría sin reservas y que al
igual que él tuviera una enorme necesidad de contacto
físico- emocional. Al final resulta que Michael
había adquirido la geisha, y que al llegar a casa tiene
rastros de semen, con lo que es evidente que el
supuesto amorío con Lisa, en realidad fue imaginario
aunque físicamente consumado con la muñeca que
disparó una serie de alucinaciones en la frágil mente
de Michael.

El n del encanto. 
¿Por qué Lisa pierde la voz?
Al estar desayunando los huevos revueltos se
asoman por su boca, tal y como sucedería si a un
títere lo hicieras masticar. Michael no puede sostener
su propia ilusión y Lisa pasa a ser parte del continuo
monótono y univociferante, rompiéndolo por entero.
Todo se desmorona y Michael se abandona al desastre.
Ha sido derrotado. Y derrotado regresa a casa.



Éstas por supuesto, son interpretaciones personales, usted, amable lector puede tener otras y de ser así, lo más enriquecedor sería que las compartiera. Por lo demás el filme es bellísimo ya que se atreve a sacar de su casilla temática a la animación stop motion (que por cierto técnicamente es excelsa) y hace una especie de oxímoron al proponer situaciones tan humanas caracterizadas en pequeños títeres de animación.





TAN SØLO EL ALBA

Por Hugo Ortega


CONSPIRACIÓN PARA EL OLVIDO.

Tan solo el alba
vacío de sueños.
Uno de tantos.
cuando la luna sonreía cínica,
mostrándose cómplice
junto a tu gesto menguante.
Maldito afán de conspirar
mientras me alejo de la horca
de tus brazos,
de su afilada ponzoña virulenta.
Temeroso me refugio entre las horas
en vela,
bajo la sombra
de un insomnio hipócrita
que no duerme
que sufre esquizofrenia
Te pienso,
no hay vértigo alguno
ante el precipicio.
La memoria tiembla
y tampoco llega el consuelo.
Dentro de mí la duda crece
¿Dónde está el paraíso de los arrepentidos?

Tus ojos me infunden olvido
no recuerdo mi nombre al estar
frente al espejo,
pero llega inminente
un temible deseo travieso
de perderme en tus mejillas,
que me invade,
y me lacera.
Tengo hambre de tu carne viva
Y añoro el enroscarme entre tus
muslos blanquecinos,
respirar el vaho fresco de tus
fauces supremas
para existir de nuevo
y mirar como la belleza te pincela
de enormes enigmas.
¡Qué acertijos indescifrables te veneran!
que ni con los palmos de mis versos
pude penetrar.
Solo tus labios me brindaron secretos
ocultos en los fantasmas de tu aliento,
acariciándome el alma hasta el fondo
de mis lejanos parajes,
en esas tierras solitarias
donde construiste una ciudad
entera con tus caricias.

Anturios purpura,
anaranjadas buganvilias
adornaban las dunas de mi vientre,
pirules,
jacarandas
y eucaliptos
sobre mi pecho fértil crecían frondosos,
alimentados por el manantial
de tus secreciones tibias.
Ahora no queda nada,
ruinas moribundas,
escombros melancólicos
sepultan las flores marchitas.
Ahora sólo espero en esta trinchera
que forjé con los desechos que dejaste.
Solo espero que la última hojarasca
de los prados
de mi pecho caiga en el olvido,
para convertirme en un desierto.
Y alejarme por fin de la horca de tus brazos
Y alejarme de la ponzoña de estos versos…



Hugo Ortega. (AKBAL) Escritor de poesía y cuentos cortos. Ha participado en tres antologías "Lascivo", "Sobrevivientes", "Narrativas arrabaleras" Ha publicado en la gaceta de la universidad obrera. Pertenece al colectivo "Laberinto de palabras" donde a la fecha imparte un taller de creación literaria en la casa de cultura "Casa refugio Hankili África". Se gana la vida en el comercio informal en el barrio bravo de Tepito. Encuéntrelo en Fb como: Hugo Ortega Vazquez.

SIMÓN FØNSECA


Por Jesús Alonso/ Corrección de Elena Rosillo



Aquel día apenas avancé debido al calor que reinaba. Todo el esfuerzo empleado no condujo a nada. Estaba demasiado cansado y dudé si continuar. En un momento dado me observé fijamente reflejado en un charco. Estaba de rodillas, sollozando. Sin mediar palabra decidí volver a casa, pues no estaba rindiendo lo suficiente. Me incorporé y asentí con la cabeza a mi yo acuático mientras me secaba el sudor de la frente con la manga de la camisa.
Después de abandonar por ese día, me encaminé entre los árboles hacia mi camioneta fumando un cigarrillo. Me detuve, saqué una petaca con motivos grabados difíciles de distinguir. Dí un trago al aguardiente. Al dirigir la mirada al frente di con un par de pesados jabalíes que bajaban por la ladera de la montaña. Estaban a una prudente distancia.
No lo pensé dos veces. Aproveché la ocasión y, sin apuntar, disparé mi escopeta contra uno de ellos que cayó al suelo fulminado después de lanzar un gruñido que sonó como a cañería hueca. Lo cargué con dificultad sobre mis hombros. Al llegar hasta mi vehículo solté a la fiera ya casi fría sobre el suelo. Mientras conseguía espacio en el maletero de mi camioneta advertí la presencia de un señor muy delgado, con aspecto
cansado, densa barba blanca y ropas holgadas. Giré la cabeza y ahí estaba él observando mi trabajo. Lo primero que me llamó la atención fueron sus manos, en las cuales reinaba un aspecto demasiado dulce para ser un cadáver. Ya estaba a unos pocos metros de mí gracias a los pasos que hacia atrás dio. Lo suficiente como para hablar sin apenas alzar la voz.
“Buenas noches, señor…”, “Simón... Simón Fonseca”. Respondió de inmediato con voz temblorosa y una mirada desde el miedo.
“Buenas noches, señor Simón Fonseca” le dije.
“Mi nombre es Edwin Palace”. ¿Que le trae por aquí? Está anocheciendo, pronto caerá la oscuridad sobre estos parajes. No hay luna y será difícil caminar por ellos. No se preocupe, sé por donde piso aún. No soy más que un viejo... un viejo de lentos movimientos, pero ya me las apaño solo para volver a la ciudad.
Oh, lo siento señor Fonseca, no era mi intención ofenderle. Sólo quería avisar de lo peligroso de esta zona, no es la primera vez que alguien, en la oscuridad, se despeña por algunas de las numerosas simas y laderas que existen. ¿No lo ha pensado?
El viejo, inmóvil y tembloroso comenzó a tartamudear de pánico.
Gracias por la información, pero yo tan solo quiero alejarme tranquilamente.

No quiero ocasionar problemas. Jamás le vi a usted ni sé de
sus asuntos.
De repente comencé a caminar en círculos alrededor del
señor Fonseca y a contarle, mientras señalaba el maletero
de la camioneta, que por esa razón que se alojaba dentro
ya sin vida, había decidido venir a la montaña.
Es mi última oportunidad de alcanzar la tranquilidad que
me perturba estos días y usted sabe demasiado señor
Fonseca. Creo que es mi deber matarle a usted. Entre
escombros y miseria yacerán sus huesos. Tengo que
hacerlo para dar por terminado este trabajo, pero no
tengo prisa. Esperaré a que termine de llorar como un
crío para acabar con usted en segundos.
Su llanto se hizo mas insoportable y grité: “¡Maldito
anciano! ¡Olvídese de este mundo para siempre!”.
¡Oh si! el disparo sonó con un gran eco entre los
árboles para perderse en la lejanía del valle. Volvió
el silencio en poco tiempo. Traté con cariño a mi
escopeta y me dije mientras la acariciaba: “Es
cierto Edwin Palace... Necesita de una mano
prodigiosa que la devuelva a su estado original.
Mañana la llevaré a la armería del ejército.
Desde luego que no es una tienda barata pero
merecerá la pena ver relucir de nuevo estos
cañones”.
Cargué ambos cadáveres junto al de la
chica. Luego me arrepentí y abandoné al
jabalí ya sin vida entre los arbustos más
cercanos. Arranqué la camioneta y me fui
a descansar. La jornada me agotó por
completo.
Aproveché la noche siguiente para
terminar de cavar la tumba. Tuve que
agrandarla para poder introducir sin
dificultad los dos cuerpos.





Jesús Alonso es un individuo disperso y de inquietudes literarias, escribe poemas y prosa, es además baterista en Corcobado, Les Rauchen Verboten, Leone y Spanish Crooners y Erizonte.

ESPACIØ

Por Sibyá Cypsela





Sibyá Cypsela Diseñadora Gráfica de profesión, madre, Ilustradora, acuarelista, bajista y minipoética de corazón. Fue publicada en 2014 por Editorial Yaugurú, UY., en la plaqueta titulada “Mujeres”. Escribe para sí misma y para todo aquel que inspira sus letras, las cuales por regla personal, siempre hace llegar a su fuente.


Imagen: Reinterpretación de Open Black Box de Tom Friedman

ØUROBORØ

Por LdanS

Creí algún día encontrar mis pasos
(Los he encontrado),
Creí en mis ojos, (la) voluntad y el vino.
Viento no eres nada, viento ven pasa, salúdame, vete y
déjame solo,
Yo el hombre,
Yo el lobo,
Yo quien rompo,
¡Yo, mi mente y mi ojo son todo!
Aquel castillo erguido en el reino,
Aquellas pieles que un día caminaron las llevo puestas
en mi carne,

Soy la carne, (y) soy el lobo: Ouroboro.






LdanS. <<No tiene nada nuevo que decir, en todo caso lo que dice, ya lo ha dicho alguien alguna vez. En todo caso, él lo ha dicho ya alguna vez; simplemente nos recuerda lo que dijo, sin otra finalidad que sea distinta a la cual es la propia: tocar el espejo con las propias manos, con la propia piel, con las propias lenguas, con lo propio todo, aunque, de la propiedad no es poseedor>>. Luis Daniel Silva Sotelo (1984- 2015) Solía ser psicólogo y profesor en una cara de la vida, en otra era existencialista, poeta y maldito. Dejó un legado de sobrenombres y un poemario además de marcas en la conciencia de quienes lo conocimos, odiamos y amamos.

domingo, 26 de junio de 2016

SUITE LOS CAPRICHOS DE GOYA

-Por Sibyá Cypsela

“Los Caprichos” así se titula una serie de grabados que Francisco de Goya produjera en un periodo turbulento de su entorno y de su propia vida. Se cree que después de padecer una enfermedad misteriosa, de la cual se tienen pocos datos, pero que según conjeturas de especialistas médicos pudo haberse tratado de una Crisis psicótica, o secuelas al tratamiento de una presumible sífilis. (El ungüento napolitano, con alto contenido de mercurio envenenaba o afectaba mentalmente a quienes lo utilizaban como remedio)¹ ; dicha enfermedad dejó totalmente sordo al pintor y éste tuvo que adaptarse a un nuevo estilo de vida. El aislamiento consiguiente a su sordera y voces resonando en su cabeza fueron quizás los motores de la serie de pinturas y grabados que sucedieron a su episodio de convalecencia.
Su visión de la realidad ahora nutrida con temas decididamente oscuros, retratos crudos, y pesimismo hacia la condición humana, se percibe en esta etapa de su obra.² 

Los sueños tienen una íntima influencia en el surgimiento de estos grabados; de allí quizás que porten contenidos disformes o grotescos, incluso satirizantes, aunque queda en entredicho si Goya buscaba generar algún cambio en sus contemporáneos o por lo contrario simplemente retratar a la humanidad en la esencia que él consideraba verdadera.

Esta serie, desde su creación hasta la fecha ha gozado de cierta fama y renombre, pese a lo
desgarrador y conceptualmente poco digerible de sus temáticas tanto naturales como sobrenaturales, cargadas de un exhibicionismo de vicios, errores y fallas encarnizado. 80 grabados editados en 1799 y más de dos siglos después es vigente el estremecimiento que siguen generando entre la audiencia que
los llega a contemplar y siguen inspirando a artistas contemporáneos tanto o más que en su momento a los romanticistas, impresionistas, expresionistas y surrealistas.
Y para muestra de ello está la compañía artística Erizonte, fundada por Julián Sanz Escalona, músico madrileño asociado a importantes movimientos de música y cultura española, quien aunado con otros músicos y artistas interdisciplinarios presenta desde 2011 una obra electroacústica contemporánea compuesta en forma de Suite estructurada en siete movimientos más una obertura para atmosferizar la exposición de los 80 grabados que conforman la serie “Los Caprichos”. ³
Dicha Suite tuvo su estreno mundial en Berlín en Junio de 2014, también se presentó en Febrero de 2015 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, recinto que alberga 13 obras maestras del artífice siendo este su estreno en España. Cabe mencionar que Goya estuvo muy ligado a dicha Academia, llegando a ser incluso director honorario hasta que su condición se lo permitió.


La Suite.
Se trata de una pieza contemporánea multidisciplinaria que conjunta música, video y danza en vivo, conformando un espectáculo artístico multimedia muy interesante pues denota la actualidad o más bien vigencia de la serie de grabados homónima, inspirándose en ella para devolverle un homenaje que le aporta sonoridad y dinamismo valiéndose de timbres sinfónicos, elementos electroacústicos y percusiones con sonoridades experimentales, sumándose la danza contemporánea como elemento de cohesión entre lo que se oye, se ve y se siente. Por último y no por ello menos importante, está la proyección de piezas audiovisuales en las que los protagonistas son precisamente la serie de grabados de la que ha venido tratando este texto y que han sido sincronizadas con la composición musical de la Suite. La obra tiene una duración aproximada de 50 minutos y se compone de siete núcleos temáticos según lo plasmado en los grabados de goya:
I. El sueño de la razón produce monstruos/ II. Nadie se conoce/ III. Linda maestra/ IV. Tal para cual/ V. Devota profesión/
VI. Volavérunt/ VII. ¡Bravísimo!

Los Caprichos de Goya en formato de Suite multimedial, será presentada por Erizonte acompañado por Jesús Alonso y Amaranta Verdugo este 18 de Junio en el LATA (Laboratorio de Arte y Trabajo Alternativo), ubicado en Iztacalco, Ciudad de México. Al ser éste un espectáculo de relevancia artística imperdible y que será el preludio de otra serie de presentaciones en tierras mexicanas aún por confirmar, se vuelve imperante el impulso de asistir y ser testigo a la vez que corroborar cómo todo lo aquí descrito es insuficiente comparado con la intensidad del despliegue artístico que se avecina.




Links de interes a cerca de "Los caprichos de Goya"


DIEZ DÍAS EN EL ANEXØ

-Por Luis A. Lozano

DÍA UNO:
Inesperado es el arribo del ladrón- como inesperado es
el amor- tiene de su lado la pereza. Pereza de darse
cuenta. Trae consigo cadenas y grilletes para tus piernas.
Sientes como enreda, como se aferra, igual que una
enfermedad. ¡Dios mío! ¿Qué es este lugar?
DÍA DOS:
La catacumba del alma, la pena se derrama, el miedo se
engalana con el gris y la tiniebla. Para no caer aférrate
con fuerza, para no morir traga tu mierda, para no sentir
drógate con su recuerdo.
DÍA TRES:
Un llameante susurro quema las ideas. La sola imagen
de la permanencia captura los débiles nervios. Asusta la
mirada de estos fantasmas, asusta la voz de estas paredes,
pero sobre todo hace temblar de espanto la campana,
¡Maldita campana! Aplastas las esperanzas, pisoteas
la dignidad.
DÍA CUATRO:
¡Que huyan los demonios, que toquen las trompetas!
¡Que huyan los demonios, que toquen las trompetas!
¡Cantemos compañeros la canción de la cripta! ¡Entónenla
con fuerza porque aquí no hay salida! ¡Que te
rompan los huesos, que te pongan en fuego! ¡Escoge tu
castigo, porque esto no es un juego!
DÍA CINCO:
Lento, muy lento danza la locura sobre horas muertas.
Vuela la amargura sin estacionarse nunca. Las banderas
son de odio, huele a orín y cucaracha. No desperdicies
nada, ponte el hábito, usa el hábito, ¡Deja que te vistan!
DÍA SEIS:
¡Maldita prisión que sofocas! Que destrozas, que todo lo
hundes en la depresión. ¡Malditas lagrimas inútiles! Conjunto
de muerte, celdas del alma, obsesión sublime, aflicción
fatal.
DÍA SIETE:
¡Luz al amanecer, luz! A fuerza de buscar y rebuscar en la
oscuridad. Luz de la negrura, luz de ébano. Noche de
luna con tu sonrisa a través de una rendija. Camino
sobre un mar de cuerpos que se retuerce inquieto, murmurando
suspiros de ensueño y pesadilla.
DÍA OCHO:
Reveladora es en verdad la experiencia. Cautivante la
maldad, caótica es la paz, todo puede continuar. Tú y yo,
aquel y todos, como notas musicales de un arpa. Tú y yo,
aquel y todos, como ondas destructivas de un arma.
DÍA NUEVE:
Todo está por concluir, preludio, víspera, antesala que
dará paso a la fuga. ¡Desgraciada fortuna! Con rabia en
el corazón te pido ¡Aúlla con mi disfraz de ansia! Préstanos
tu arrogancia ¡Concédenos tu frenético éxtasis
fortuna!
DÍA DIEZ:
¡Respiras nuevamente las cárdenas estrellas! De madrugada
los sueños se liberan; descalzos corren, jubilosos
se sonríen. Están libres y dispuestos, son fuertes, invencibles.
Las negras alas de la peste no los alcanzarán por
ahora…..


EL GRASIENTO CUERVO HUMANO

Por Jesús Alonso

Maldita sea,
cómo tiemblan mis manos a tu lado.
Cariño,
cuando no estás tiemblan igual.
Creo que nuestro amor se debe
a otra historia.
Viene,
y está dispuesta a matarnos.



LA SIRENA

por Hugo Ortega

Cierra engañosa los traidores labios,
que como fuego crece en el viento,
Aumenta tus caricias mis agravios.
¿Qué cocodrilo, qué sirena fingida
alaba así para quitar la vida?

- Juan Ruiz de Alarcón.

LAS LEYENDAS NO SON FANTASIAS.
El café humeante se impregnó en sus labios resecos, como el pellejo de una serpiente cuando cambia de piel. Al bajar la taza se dio cuenta, que en la mesa de centro aún se conservaba con un aire de frescura aquella foto donde aparecían los tres sonriendo. Las primeras vacaciones juntos. Rebeca, Ernesto, ella y una cascada imponente al fondo ¡Cómplice de mis pensamientos! Pensó en sus adentros Beatriz. Miraba impávida dentro de su cabaña, perdida entre las montañas chiapanecas que se ocultan tras las tormentas de los días de agosto. Una gota regordeta en la ventana se deslizaba lenta, aferrándose al vidrio gélido, como el enorme malestar que sentía Beatriz aglutinarse en su vientre. Rabia mezclada con felicidad y un deseo oculto. Muy oculto como en esa gota espesa repleta de misterio, parecida al líquido seminal de Ernesto recorriendo su garganta.
Lo recordaba perfecto y de inmediato una mueca de satisfacción apareció sorpresiva en su semblante. Como la del domingo en que decidió hacerlo. Bañarse desnuda en el rio de las leyendas. Tan hermosa como Nawayomo. La sirena que reina las aguas de la región Zoque. Disfrutaba el correr del fluido trepidante entre sus muslos. Abría y cerraba las piernas para recibir los besos fríos del caudal apacible. Beatriz lamia su boca tibia, mirando hacia la copa delos árboles, donde los insistentes rayos de sol acariciaban su rostro blanquecino y el viento se guarecía entre sus pechos. Con la yema de sus dedos dibujó un nombre sobre la transparencia acuosa. El nombre de aquel que la miraba a lo lejos, escondido entre los altos encinos, mientras se presionaba la abultada bragueta.
Ernesto Barrera, amante de Rebeca, la mejor amiga de Beatriz. Ernesto, quien días antes declaro a Beatriz el gran deseo que sentía por ella. Mirándola con una obsesión de enfermiza lujuria, le decía musitándole muy nervioso - ¡No se enterara! ¡Te lo prometo! ¡Quiero tenerte, tocarte, sentir el aroma de tu sexo!
¡Rebeca fue solo el pretexto para llegar a ti!

-¡Seguro que nadie se enterará. Mis labios jamás sollozaran nuestro secreto! La voz de Beatriz se advertía dulce y en complicidad con la propuesta, volviéndola a repetir ese mismo domingo en que lo citó en el río. Ernesto la besaba frenético, con una desesperación inusitada devoró su cuello, Ernesto desnudo. La mitad de sus cuerpos era penetrada por millones de litros de líquido, encallándose en cada uno de los resquicios de Beatriz, de donde salía un jugo caliente que se confundía con el raudal cristalino. Nunca dejó de mirarlo, mientras que de su boca emergía el órgano ajeno, bañado de la saliva cálida de Beatriz, “La mejor amiga”. De Ernesto nació un alarido que hizo volar el ciento de aves que presenciaban el secreto de ambos.
En el pueblo llovían los rumores semanas después y el miedo reinaba entre los hombres infieles. Nawayomo volvió para hacer justicia decían las mujeres. La sirena de la vagina dentada. La profecía se cumplía después de tanto tiempo. Encontraron el cuerpo de Ernesto completamente desnudo en estado de descomposición, enredado entre los manglares. Con el miembro viril cercenado.
Beatriz sorbió el último trago tibio de café, sin perder detalle del trayecto de la gota espesa entre los lindes de la ventana. Al fin desapareció de su vista. Tocaron la puerta ¡Debe ser ella! Rebeca entro cabizbaja. Se quitó el impermeable y lo dejó sobre la mesa de centro vacía, tanto o más que su alma. Beatriz miró que portaba un hermoso vestido negro de encaje, el bello cuerpo lleno de luto hizo dilatar sus pupilas. Tomó una manzana roja y le dio una gran mordida. Inmediatamente se la ofreció a Rebeca, quien delicadamente brindó un mordisco. Ambas se miraron y se abrazaron. Beatriz la besó en los labios y le musitó al oído que jamás nadie le volvería hacer daño. -¡Las leyendas no son fantasías Rebeca!-.






DOS ENAMORADOS

Por Jesús Alonso

Dos enamorados se ahogan.
Mírales gritar y ahogarse.
Como lo hacen los marineros.
Se enamoran y se ahogan.
Condenan a los que enseñaron
que se puede amar.
Los gritos en la distancia se disipan y nadie oye.
Los cabellos han muerto, la mirada ha muerto.
Son los cuerpos los que gritan,
son como un manojo de flores secas.
Te alejas y todo queda en una extraña adicción.
Por eso lloramos a la luna.





Mentidero 2

El grasiento cuervo humano
Ouroboro
Espacio

Tan sólo el alba
10 de Enero
La Sirena
Diez días en el anexo
Simón Fonseca
Corazón execrado
Franz Schubert
Suite Los Caprichos de Goya
Anomalisa, Análisis interpretativo