martes, 30 de agosto de 2016

NADA TIENE SENTIDØ

Por Sibyá Cypsela



No es culpa tuya...
Si duermes pero no te acoge el descanso,
si Morfeo se olvidó de tu nombre o ha muerto.
Las imágenes de la inconsciencia se traslapan
y con sus límites difuminados no atinan
entre tanto encimarse a formar una realidad coherente.
La cosa ya era así desde antes,
la especie busca y busca en su negación de la verdad:
Nada tiene sentido.
Abrir un ojo y ver a una mujer
que se acaricia el vientre ensimismadamente, casi ausente,
canturreándole al bulto en su vestido verde olivo
todas las promesas que los humanos
hacemos cada vez a cada nonato.
Resopla en secreto que vida,
suspira cansancio y susurra que amor.
Mientras sus ojos opacos no alcanzan ya a ver las estrellas
y su corazón olvidado se pudre con los estragos
del más reciente amor. Nada tiene sentido.
Abrir el otro ojo y notar que los sonidos del viento se van callando,
no hay más colores en el trinar de las flores,
ni la brisa ha traído secretos de otro país,
y el dolor es gris medio y la alegría de verte también es gris.
Quizás me ha alcanzado la vejez con su demencia,
a mis treinta y casi uno. Nada tiene sentido.
El ruido de fondo sordo, de tapia hueca, grita
que alguno mató a otro, nunca se sabe bien
si Caín a Abel o al revés, a veces en el papel de un policía,
de un maestro, un indígena, un periodista, un político,
un mercenario, un narco…
el déjà vu se ha anudado en el tiempo y su bucle
se ríe… ríe… ríe… ríe… ríe… ríe… ríe… ríe… ríe… ríe… ríe…
ríe… ríe… ríe….. Nada tiene sentido.

Me duele una mujer que nunca he visto,
¿será mi madre?, ¿será mi abuela?
¿O mi hermana? ¿Cuál de ellas?
Ninguna de ellas.
Todas las mujeres en una.
La más cercana. La más austera.
De la que no reconozco sino el reflejo.
Me duele una mujer que no sé quién es o qué quiere.
Esa que cada que sonríe lo hace distinto
y duele en este y en todos los otros lados
de todos los espejos en todos los universos.
Nada tiene sentido.
Alrededor los otros, detrás de sus cristales,
ojos como platos en el tiempo detenido,
mirándome insistentes como incontables Mr. Smiths,
todos iguales, iuales, iwales…
¿Qué quieren que les diga?… Yo qué sé…
Camino sin sentido y estoy impávida, aterida, iual que todos.
Yo soy Mr. Smith. En el reflejo del cristal de este tren.
Hey… ¡Hey! ¡Ayuda, Mr. Smith! ¡Ayuda!
Nada tiene sentido.








Sibyá Cypsela Diseñadora Gráfica de profesión, madre, Ilustradora, acuarelista, bajista y minipoética de corazón. Fue publicada en 2014 por Editorial Yaugurú, UY., en la plaqueta titulada “Mujeres”. Escribe para sí misma y para todo aquel que inspira sus letras, las cuales por regla personal, siempre hace llegar a su fuente.

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