Por Jesús Alonso
Dos enamorados se ahogan.
Mírales gritar y ahogarse.
Como lo hacen los marineros.
Se enamoran y se ahogan.
Condenan a los que enseñaron
que se puede amar.
Los gritos en la distancia se disipan y nadie oye.
Los cabellos han muerto, la mirada ha muerto.
Son los cuerpos los que gritan,
son como un manojo de flores secas.
Te alejas y todo queda en una extraña adicción.
Por eso lloramos a la luna.
Mírales gritar y ahogarse.
Como lo hacen los marineros.
Se enamoran y se ahogan.
Condenan a los que enseñaron
que se puede amar.
Los gritos en la distancia se disipan y nadie oye.
Los cabellos han muerto, la mirada ha muerto.
Son los cuerpos los que gritan,
son como un manojo de flores secas.
Te alejas y todo queda en una extraña adicción.
Por eso lloramos a la luna.
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